Viernes Santo en la Iglesia. Toqué fondo de casualidad, por ir sin Misa, a una representación teatral de La Pasión, en que mi padre cumplía un rol pequeño.
Sentada sola en uno de los largos bancos católicos – apostólicos – romanos, una fría soledad invadió mi alma sin razón aparente.
Miré todo cuanto había a mi alrededor, tratando de evadirme. “No hay Santos, que extraño”; pensé, sin hallarme, en la Casa del Señor, después de largos años de ausencia.
Lloró mi alma solitaria, justo en el preciso instante en que decía “Basta”.
Un desfile interminable de caras y recuerdos me embriagó. Sorprendida de ver quiénes estuvieron siempre conmigo, durante todo este tiempo, ante mi cruel desprecio; sin darme cuenta cuánto me amaban…Y todavía están aquí, esperando por mí.
Lejanos ya, todos los ausentes que prefirieron alejarse. Él en particular, dueño de tantas publicaciones anteriores en este Blog. Él, que ni siquiera me llamó para desear felices Pascuas, mientras los pobres dueños de mi desprecio estaban ahí: Junto a mí, como siempre, guardando amor, necesitándome.
“Basta de una vez” sentí en mi corazón, la injusticia de lo que yo estaba haciendo vivir a mi prójimo: Preocupada por aquél que no está, y despreciando a quienes me acompañaron durante tanto tiempo.
“Con ellos es con quienes debo estar, ayudarles a recuperar el tiempo lejos mío, por esa ceguera que me invadía….Agradecerles infinitamente su presencia Realmente Incondicional” Sentí en mi corazón. Pedí a Dios perdón; y con él, a todos los presentes, cruelmente ignorados durante tantos años, por mí.
Quienes me acompañan a pesar de todo, ellos son mi realidad. Basta de gastar mi corazón y sufrir por quien no le importo. Es momento de estar y prestar atención a los que de veras me aman y necesitan estar conmigo.
A ellos Gracias!. Lamentablemente, digo adiós a quien me ha ignorado y desaparecido largo tiempo….
Adiós, me dirán justamente aquellos que he ignorado yo, largo tiempo. A Dios, y a ellos imploro perdón, por no estar a su lado. ¿Tendré de su caridad, una nueva oportunidad, o habrán de desaparecer Justamente, razonablemente: Como yo desaparezco de quien nunca me amó?
Sientan en su corazón, el perdón que les imploro, y traten de estar conmigo por favor: Hagan ustedes lo que les plazca, libres son; pero sepan que los siento, los recuerdo claramente cada día de mi vida: Los Amo y los Necesito Siempre.
Gracias a todos por devolverme Realidad en su presencia!. Infinitas Gracias, y eternas ganas de volver a compartir vida con ustedes; recuperar el tiempo perdido. Sepan ustedes, mis Verdaderos Amores, que serán Real y Sinceramente Bien Amados.
lunes, 24 de marzo de 2008
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