Todo el amor que le siento, sin poder evitarlo.
Ni aunque arrancaran mi corazón, lo incendiaran y arrojaran al océano más profundo, dejaría de amar a ese hombre.
Fuera de la carne, mi alma sería la suela de sus zapatos, el aire que respira, su piel. Yo estaría allí, como lo estoy ahora; muriendo cada día un poco a la distancia, mientras le espero, necesitada de su presencia.
Nada ni nadie podrá jamás comparársele ni igualar este inmenso amor solitario y doliente que me invade.
Firme dentro mío, estoy orgullosa de amarle hasta lastimarme como nunca antes, sin culpables más que mi amor por él.
No me ha hecho el menor daño, al contrario: Su presencia es el milagro de mi vida, paz en el alma, mi mejor paisaje, el más bello de los seres humanos que pueblan esta tierra.
Extraño la fuerza que me daba cuando estaba cerca; lo mujer que me hacia sentir… Cuando ahora no me considero más que un ente. La nada.
Cada día muero un poco lejos suyo, amor de mi vida. Pensamiento fatalista de querer morir, para convertirme en el aire que respira, o la suela de sus zapatos: Mi alma en su piel le estaría más cerca de lo que mi cuerpo se encuentra ahora.
Impotente, pensándole. A falta de teléfono, escribiendo mails, cartas manuscritas, y más mails, preguntando sin respuestas una y otra vez
¿Cuándo podré verte?, amor de mi vida, que tan lejos, me conducirás a la muerte, para así colocar por fin el alma cerca de tuyo, aunque no me veas….
Todavía (y no por mucho tiempo) mi necesidad se niega a aparecer ante ti. Necesito verte.
Junto migajas de respeto a tu silencio cruel, a tu ausencia. Pronto correré hasta ti, mi amor. Sólo así sobreviviré: Abrazándote, enjugando lágrimas eternas junto a ti, a riesgo de que me consideres una loca. Quizá lo esté, de amor por ti.
¿Qué sucede? ¿Por qué tanto silencio?, tanta ausencia que me debilita día tras día. No podré vivir mucho más tiempo sin ti, lo siento en mi corazón: No habrá alma caritativa que me salve.
Sólo me queda correr hasta ti. Con tu nueva dirección, hoy he llamado al 110… sin éxito. Me proponía llamarte. Con todos los datos que me diste antes de desaparecer, creí que podría encontrarte. No tienes teléfono. Nada.
Correr hasta ti para salvarme, de tanto que te necesito. Gracias a Dios, llegaste con suerte a darme tu nueva dirección ¡¡Infinitas Gracias, mi amor!!
No importa cuanto tiempo habré de estar frente a tu puerta esperando que me abras; si hay lluvia, sol, frío, aunque enferme, con mis últimas fuerzas esperaré una eternidad por ti, ese es el poder del amor que te siento.
Nada ni nadie me moverá del portal de tu puerta, hasta que aparezcas, y me desvanezca del shock, por tanta emoción. Al fin descansaré junto a ti.
Que no te asuste tanto amor enfermo de esperar solito en el corazón por seis meses….Seis años….Siglos.
Prefiero morir, a cometer el mismo error que hice hace tres años lejos de ti, sin comprender, hasta el año pasado, cuanto te amo y te necesito.
Ruego a Dios, por mi vida, nunca me faltes, corazón!!!.
Que hermoso milagro he vivido junto a ti el año pasado!!!. Necesito tu alegría para sobrevivir. Te lo rogué por teléfono, antes de perder el contacto, temerosa de perderte, tras la mudanza, lo sabes. Hemos hablado, y está sucediendo lo que tanto he temido.
¿Por qué, aun con toda la nueva información que me has dado sobre ti, hace tres meses, sigo sin poder verte?
Escrito infinidad de mails, una carta manuscrita que aun no sé si has recibido, intentado buscar tu nuevo número de teléfono….
Sólo me queda una cosa por hacer: Presentarme ante ti, sin miedo, pase lo que pase, y decir cuanto te amo, sin importar lo mucho que deba esperar, ni que el clima haga estragos en mis defensas bajas, por la profunda depresión que me causa tenerte tan cruelmente lejos.
Te Amo Realmente con la vida, y me preocupa tanto silencio. Definitivamente necesito hacer algo más que esperar, escribir, intentar llamar, y esperar por ti.
Te Amo Sinceramente, con Toda Mi vida!
Nos Vemos Pronto.
domingo, 25 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)