domingo, 6 de enero de 2008

Tu puerta cerrada...

¿Se abrirá alguna vez? ¿Cómo habré de expresar el sentimiento más profundo, sino..?.
Las cosas materiales, me importan poco y nada. Lo sabes. Aunque me fascine comprar regalos a las personas que amo.
Brilla tan inmenso en el corazón. Aquí estoy, vida mía. ¿Puedes sentirme latir? ¿Puedes?
Tus puertas, cerradas. Me cuesta escribir. Lloro.
Aunque me siento bella para ti, lloro cada noche… Porque no me dejas entrar.
Tanto amarte me hace crecer, la caja toráxica queda chica. Duele. Mi corazón, necesita ese espacio junto a ti.
Brillantes mis ojos, cual diamantes, ruego a Dios; mientras los puños no cesan de golpear tu puerta cerrada, una y otra vez.
Duele. Lloro. No te preocupes, no eres tú quien me hace daño; es este amor tan profundo que siento por tu Bendita Persona que Tanto Amo.
El sentimiento a flor de piel; bañada en el perfume especial que tú no sientes…Tras la puerta cerrada.
Entonces, me aborrezco. Soy nada. Me rindo. Ni el amor más profundo, podría embellecerme lo suficiente como para que me amaras; y así derribar esa maldita puerta que nos separa.
No importa cómo ni por qué, yo de todas formas permanezco aquí, junto a ti, llamando a tu puerta.
Intento una y otra vez tomar tu mano. La puerta está cerrada.
Abrazarte con el alma. Tampoco hay ventanas. La puerta está cerrada.
Besarte. ¡¿Es que no lo entiendes, Cecilia?! ¡¡¡La Puerta Está Cerrada!!! ¡¡No puedes pasar!!
¡¡SLAM!! Se cierra ante mí una vez más. Aquella puerta que nunca se abrió… Se… cierra…ante…mí…una…vez…más.
Duele. Lloro. Lo inmenso del corazón, rompió en pedazos mi caja toráxica. El perfume de mi amor, por el suelo, pasa a través de tu puerta. ¿Lo sientes? Es la sangre de mi corazón enamorado. ¿Puedes ver ahora el significado?
Miles de estrellas esta noche habré derramado, al compás de mi llanto. Brilla para ti un amor inmenso, tras la puerta cerrada. Los nudillos sangran, de tanto golpear, aunque una fuerza sobrehumana impide detenerme.
Duele. Lloro. No te preocupes, no eres tú quien me hace daño. Es mi esperanza inagotable de abrir Todas las puertas de tu Bendita Persona, que tanto Amo.