Resulta increíble como la pasión literaria que siento desde el fondo de mi corazón, se ha ramificado inesperadamente, en otra excelente disciplina artística: La música.
Inmersa en la creación del personaje principal de mi novela (ver más abajo, en mi primera entrada), un músico, he adquirido suma curiosidad por este arte de combinar los sonidos.
Dicho personaje literario, el protagonista de mi novela, ha crecido tanto en el papel, que tuve la necesidad de ahondar investigaciones sobre el universo artístico musical real, para poder así, trasladarlo a lo ficticio del personaje en el papel.
Admito que, el hecho de estar cursando en este momento, la materia introductoria de música en la carrera universitaria que sigo (Artes, en la UBA), y tener a una de mis mejores amigas dedicándose a la música y frecuentando ese ambiente, ha potenciado aun más en mí el interes musical.
Así, contengo las ganas locas de aprender lectoescritura; obviamente aplicada algún instrumento musical; cosa que no se dicta en Introducción al Lenguaje Musical (la materia que curso en la UBA): Es todo teoría basada en la percepción auditiva, no existe la práctica concreta de instrumentos
Dios; ¡Cómo me gustaría!... Pero estoy tan colmada de otras responsabilidades más urgentes: Estudiar en la facultad, buscar trabajo, ayudar en la casa, escribir la novela; que no sé si alguna vez lo voy a lograr.... Hay un largo camino por recorrer, lo bueno es que estoy decidida y dispuesta a luchar por lo que quiero.
Necesitaría de un sueldo para pagar las clases del instrumento que deseo practicar (lo tengo decidido, pero prefiero no mensionarlo, para no revelar a su vez detalles obvios de la novela que escribo); luego tendré que organizar mi agenda, ahorrar dinero para comprar el instrumento musical y hacer tiempo para practicarlo en casa. No pierdo las esperanzas de lograrlo: Será difícil, pero no imposible.
Mientras tanto, seguiré "componiendo" literatura, derrochando pasión por mi novela y los personajes, que adoro como si fueran mis hijos.
Dejaré que la música deleite mis sentidos, y me inspire en la escritura, tanto como hasta ahora.
Compongo literatura, pues las letras son mi música; instrumento inagotable del alma, que jamás dejaré de practicar.
Después de todo, crear una novela, e imaginar música a través de un personaje literario propio, mío; es bastante mérito, ¿no?.
Inmersa en la creación del personaje principal de mi novela (ver más abajo, en mi primera entrada), un músico, he adquirido suma curiosidad por este arte de combinar los sonidos.
Dicho personaje literario, el protagonista de mi novela, ha crecido tanto en el papel, que tuve la necesidad de ahondar investigaciones sobre el universo artístico musical real, para poder así, trasladarlo a lo ficticio del personaje en el papel.
Admito que, el hecho de estar cursando en este momento, la materia introductoria de música en la carrera universitaria que sigo (Artes, en la UBA), y tener a una de mis mejores amigas dedicándose a la música y frecuentando ese ambiente, ha potenciado aun más en mí el interes musical.
Así, contengo las ganas locas de aprender lectoescritura; obviamente aplicada algún instrumento musical; cosa que no se dicta en Introducción al Lenguaje Musical (la materia que curso en la UBA): Es todo teoría basada en la percepción auditiva, no existe la práctica concreta de instrumentos
Dios; ¡Cómo me gustaría!... Pero estoy tan colmada de otras responsabilidades más urgentes: Estudiar en la facultad, buscar trabajo, ayudar en la casa, escribir la novela; que no sé si alguna vez lo voy a lograr.... Hay un largo camino por recorrer, lo bueno es que estoy decidida y dispuesta a luchar por lo que quiero.
Necesitaría de un sueldo para pagar las clases del instrumento que deseo practicar (lo tengo decidido, pero prefiero no mensionarlo, para no revelar a su vez detalles obvios de la novela que escribo); luego tendré que organizar mi agenda, ahorrar dinero para comprar el instrumento musical y hacer tiempo para practicarlo en casa. No pierdo las esperanzas de lograrlo: Será difícil, pero no imposible.
Mientras tanto, seguiré "componiendo" literatura, derrochando pasión por mi novela y los personajes, que adoro como si fueran mis hijos.
Dejaré que la música deleite mis sentidos, y me inspire en la escritura, tanto como hasta ahora.
Compongo literatura, pues las letras son mi música; instrumento inagotable del alma, que jamás dejaré de practicar.
Después de todo, crear una novela, e imaginar música a través de un personaje literario propio, mío; es bastante mérito, ¿no?.
María Cecilia, 21 años.
Escritora Orgullosa.
(Gracias a Meche Martínez y a todos mis compañeros del Taller Literario Creativo al que asistí el año pasado, en la Escuela de Arte "Cecilia Maresca". Mi proyecto Novelístico en creación no existiría sin la sabiduría, el cariño y el talento que supieron compartir conmigo.
Los quiero mucho y no los olvido).