Hay tantas letras,Que no existen...
Será por eso, que estas letras,No tienen nombre...
Para adornar nuestra historia.
La historia, nuestras letras,
Las pones tú,
Tú, quién quiera que seas,
Hoy, en este parque,
De mis fantasías.
Hay tantos mensajes,
Sin sentido...
Que rondan por las mentes,
De caminantes desconocidos.
Será por eso,
Que existen las preguntas,
Sin ellas, no existiría el mundo,
La incógnita...
De por qué estamos vivos,
De por qué existe la muerte...
Y la incógnita vive,
En medio de un laberinto,
De palabras...
Y así volvemos a lo mismo,
Las palabras que no existen,
Cuando queremos pronunciarlas.
Las respuestas sin sentido,
Cuando buscamos verdades.
La incógnita del ruido,
Cuando queremos silencio;
Y el silencio,
Cuando queremos palabras.
Así, como los caminantes,
Seguimos en busca de la llave,
De respuestas y paz.
Y aquí...
Aquí es donde faltan palabras,
Que completen nuestra historia,
Y aquí es donde me faltan esas letras,
Que no existen...
Y deberían emplearse,
En este mundo de preguntas.
Copyright © M.C.M, 2001