domingo, 29 de julio de 2007

Apasionada

Le hago el amor a la vida. Romántica, edulcorada…Honesta en mí anhelo de amar, declarado dos veces a él por mi boca (directa e indirectamente), y millones en mi alma, repleta de mariposas.

No puedo evitar esta vida poética. Sentir la sangre en mis venas…Amando ese universo suyo…Perpetuo en mis escritos, reflejo este amor en cada detalle propio, sobre todas las cosas Él se ha vuelto mi motor, aunque no me corresponda.

¿Qué es de la vida humana sin amor?...No tiene sentido, ni fuerza.

¿De qué sirven los éxitos, si no tienes con quien compartirlos? Es lindo llegar a casa y verse cuidado, amado…Rodeado de una familia propia. Toda una vida cálida en derredor, recibiendo tus abrazos. Por cada uno de ellos, el Universo Subjetivo que llevamos dentro, cobra sentido.

Por tener su vida junto a mí cada noche, daría el mundo. Por que la protección mía hacia su alma se haga realidad perpetua, renunciaría a todo.

Le espero paciente sólo a Él, mientras convierto la esencia de mi propia vida en pasión hacia cada proyecto que emprendo.

Sangre, pulso, fuego, coraje ahogado…No correspondido. Paciente por amor, descargo la vida en letras, cada trabajo que busco y todos los libros que esta debilitada concentración me permita estudiar, presa de un estado amante… Sublime, que jamás creí posible experimentar.

Vida es amor, cada célula de mi cuerpo grita su nombre. Tan incondicional, como platónico e imposible. Mi amigo amor que nunca me amará….Ruego a Dios el milagroso beneficio de la duda a este respecto. Imposible evadirme… Moriría. ¿Cómo puedo amarlo tanto?... Así, tan cuidadosa e intensamente.

El universo puede desvanecerse en la nada absoluta, si me faltara su presencia.

Hombre motor de cada éxito personal, absuelvo de tu pureza el fracaso, y dedico mi todo a ti.

En sueños, ruego a Dios te cuide por mí, mientras estemos lejos. Paciente, busco tu voz cada semana: El milagro de encontrarte presente…ser para ti, la esencia volcánica de mi pasión pacífica…Adormezco esta vida tuya, por respeto…Esperándote. Mientras te acompaño todo el tiempo, desde el alma, ante Dios, junto a ti, eternamente.

Soy de ti el milagro de amarte, protegerte, respetarte. Me siento orgullosa de convertirme a cada instante en lo que tú quieras que yo sea para ti.

Platónico, me permito soñar con el día en que pueda amarte entero: Esperar tu regreso al hogar cálidamente, llenando nuestras vidas del amor por cada detalle para hacerte el hombre más completamente feliz en esta tierra… Aunque deba reprimirme, y jamás me correspondas. Ruego a Dios, como testigo de mi amor, me des Tú, aquí presente, el beneficio de la duda.